He estado escribiendo todo lo que más o menos ha pasado hasta ahora, y es lo que voy a seguir haciendo, aunque no todo son cosas sean chachis.
Cuando digo que envío decenas de correos a la semana no exagero (ya se verá en las notas el tiempo que he dedicado a los correos, a las llamadas, a recoger medicamentos, a pedir favores... en vez de a los apuntes). Pero aprieto y apechugo. Esto no son unas vacaciones. Me he estado partiendo la cara con medio planeta, he hecho que medio planeta se parta la cara en mi nombre y en nombre de los cientos de perros que se van a beneficiar de mis escasos 5kg de medicamentos, que llevaré con orgullo en mi maleta.
La cuestión es que no todo el mundo levanta las cejas y abre los ojos cuando le cuentas a dónde vas y a qué. Simplemente asienten y pasan a otra cosa. Y creedme, que lo respeto tanto como el que me dice eso de "Con la cantidad de niños que hay muriéndose de hambre y tú a cuidar perritos". Yo no hablo de lo que no sé o, al menos, intento informarme antes. Nadie que me haya escuchado con atención me dirá que voy a "cuidar perritos" sin entender que el fin último de todo esto es dignificar las condiciones de vida del pueblo nepalés.
¿Qué hay otras formas de hacerlo? Por supuesto. ¿Mejores? Seguramente sí. Pero yo soy lo que soy, futura veterinaria, y os aseguro que como tal hago todo lo que está en mi mano y lo mejor que puedo. Y bien sabe cualquiera que me haya visto estos 6 últimos meses que estoy dejándome la salud y las fuerzas en esto.
Lo que quería contar realmente es lo miserablemente ignorado que se siente uno cuando después de mil llamadas y dos mil correos, se cuentan ya tres ONGs de recursos farmacéuticos las que me dicen que no van a cedernos ni un mísero Gelocatil porque la ayuda está destinada a animales... A eso le sumo las otras mil puertas cerradas, los correos sin respuesta y las llamadas sin contestar.
Realmente debería desanimarme y dejarlo. Llevar lo que tengo y conformarnos con eso. Pero no me da la gana. El que quiera entender que entienda y el que no lo entienda, que estudie para llegar a comprender algún día que la Salud Pública es indispensable para la Salud Humana. Que no somos el ombligo del mundo... Que somos ganado, como todos los demás animales y, que sin un control de vectores, reservorios y enfermedades zoonósicas somos un diminuto y ridículo punto en la cadena alimentaria en la que bacterias y virus son los fucker master del Universo. Y a estas señoritas y señores les gusta mucho viajar sobre vehículos con pelo. Que en Occidente una erupción en el culito de un niño es motivo de consulta, pero en los países subdesarrollados lo es una miasis.
Soy (o intento) ser una persona razonable. No les estoy pidiendo analgésicos, anestésicos ni exquisitos placeres de la farmacopea, simplemente cosas útiles, para todos.
Que sí, que la Medicina humana es perfecta como es, individualista. Pero yo no soy médico. Lo repetiré hasta hartarme: Higia pecoris, salus populi - Higiene de los animales, salud del pueblo. Los veterinarios tratamos colectividades y, de paso, le salvamos el culo a la Humanidad. De paso, porque mis pacientes no son humanos. Y a mucha honra y con mucho orgullo me voy a llevar mis 5kg de medicamentos a tratar a ANIMALES. Y me cuentan, muy señores míos, cuando llegue de Nepal si "cuidar perritos" le ha servido de algo o no a las 200 personas que esperamos no mueran de rabia este año, a los miles de niños que no van a estar parasitados y, que c***! A los cientos de perros que no van a morir indignamente olvidados en las calles. Porque sí, me voy a cuidar perros a 8000km de mi casa y estoy muy orgullosa de ello.
Y después de esta explosión catártica de orgullo veterinario, estrés y odio reprimido durante los últimos meses, me voy a seguir rascando de por ahí algunas cajas de Febendazol y Amoxicilina...
Namaste!!
Ser veterinario voluntario en Kathmandú es algo peculiar y especial, lleno de anécdotas y cosas prácticamente increíbles. Dignas de compartir...
martes, 12 de junio de 2012
miércoles, 6 de junio de 2012
"Kat-Tube"
Muchas veces me pierdo en una retórica casi pasional hacia de lo que estoy hablando... Y no consigo mostraros una visión objetiva de lo que quiero mostraros. Así que, como con muchas palabras que se usen nunca se llegará a construir una imagen fidedigna, (o por lo menos a mí no me es posible...) aquí os dejo vídeos de Kat Centre, de sus perretes, de Kathmandú... Si tenéis 5minutillos trastear por Youtube (búsqueda: Kat Centre o Animals in Kathmandu) y descubrirlo por vosotros mismos... Aunque, claro! mis vídeos durante mi estancia serán mucho más a la "española"! =D
Jan Salter habla de Kat Centre
Campaña de Vacunación antirrábica
Tour por el Centro de Kathmandú
Tenéis un montón más de imágenes en Youtube!!! Distrutadlos!
sábado, 2 de junio de 2012
Por poner un ejemplo...
Tengo una libreta en la que pone "cosas por hacer" y cada día apunto unas cuantas. Pero curiosamente, apenas puedo tachar nada. Entre las pilas de apuntes y de libros de Cirugía por devolver (tarde) a la biblioteca hay una caja de cartón llena de medicamentos. Tengo todo el escritorio lleno de post-it y se me mezclan los apuntes con los papeles de la vacunación, los permisos para los medicamentos y las guías de viaje.
No siempre se pueden hacer las cosas como uno quiere. No siempre sale todo bien, de hecho sería mejor decir que a veces algunas cosas salen bien. Me gustaría poder preparar este viaje con todo el tiempo del mundo. Casi podría decir que lo he tenido, porque lleva circulando por mi cabeza y paseando en mis conversaciones más de un año. Pero ahora que quedan 40 días para despegar entran las prisas y los agobios. Prisas y agobios que se suman a los exámenes y el estado de hiperexcitabilidad propia.
Saqué tiempo la otra tarde para ir a ver a un amigo, un tío grande, un asturiano apodado gallego en tierras de la Pampa. Ese tipo de pelo ovejero nos llevó hasta la cima más alta de nuestras vidas, a 5545m y 7900km de casa. Con él pisamos por primera vez Nepal, y supongo que como todos con los que fui y todos los que me encontré, tejió parte de mi pasión por ese pequeño país al que juré volver. Simplemente nos contó con la mayor humildad del mundo como escaló una montaña. Un alfiler de roca llena de nieve y peligros, sólo él y su amigo, los días de Navidad del año pasado.
"Estas como una puta cabra" - y el tipo te pone cara de... ¿Yo? ¿Por qué!? y pasados estos días lo entiendo. El estuvo feliz preparando su ascensión, su material, su viaje. Sabiendo que tenían una ventana climática de 50horas para hacer cima, sabiendo que podía salir mal y bajar antes de pisar el final. Sabiendo que podrían lastimarse o incluso morir. Te cuenta con una sonrisa como tuvo principio de congelación en los dedos de los pies, como no durmieron en 60horas, como el temporal y la noche les pilló aún arriba y tuvieron que bajar rapelando 2000metros sin comida e hipotermicos. Y se ríe... y te enseña con orgullo sus fotos. Y te dice que volvería a hacerlo, y sabes, por como te lo dice, que lo haría.
Es solo un ejemplo, porque hay muchos y mucho más brutales.
Una de las pequeñas saltamontes del HCVC, excelente interna de Odontología y una pequeña gran tía, se va a Guinea este verano como voluntaria para atender a niños huérfanos. Se va sabiendo que la dictadura amenaza a los extranjeros si toman imágenes o vídeos, sabiendo que pueden ser víctimas de un secuestro por las guerrillas y teniendo claro que volverá con lo puesto, porque dejará allí parte de sí misma. Y lo dice tan feliz...
Es sólo otro ejemplo.
Me siento mucho mejor cuando me doy cuenta de que no soy la única que coge el petate, las vacunas y se embarca hacia la nada. Es una dosis de realidad sobre la propia realidad que ya vas a vivir. Ninguno somos especiales. Todos hacemos (o haremos) algo y todos tenemos nombres, pero no somos menos valientes por que nuestro nombre no se conozca...
Algún día alguien dirá de mí "Pues yo conozco a una chica que se fue a Nepal un verano allí como voluntaria. Sí! Además era veterinaria. Y nada... dice que muy bien. Que fue toda una experiencia"
Sólo me quedan 40 días, y serán 40 días duros. Sólo haré esto una vez y la aventura ya ha empezado. "Disfrutaré de todos los días cuando esté allí"... Y aquí también, porque los prólogos de las novelas son tan necesarias como el relato en sí.
Namaste!
No siempre se pueden hacer las cosas como uno quiere. No siempre sale todo bien, de hecho sería mejor decir que a veces algunas cosas salen bien. Me gustaría poder preparar este viaje con todo el tiempo del mundo. Casi podría decir que lo he tenido, porque lleva circulando por mi cabeza y paseando en mis conversaciones más de un año. Pero ahora que quedan 40 días para despegar entran las prisas y los agobios. Prisas y agobios que se suman a los exámenes y el estado de hiperexcitabilidad propia.
Saqué tiempo la otra tarde para ir a ver a un amigo, un tío grande, un asturiano apodado gallego en tierras de la Pampa. Ese tipo de pelo ovejero nos llevó hasta la cima más alta de nuestras vidas, a 5545m y 7900km de casa. Con él pisamos por primera vez Nepal, y supongo que como todos con los que fui y todos los que me encontré, tejió parte de mi pasión por ese pequeño país al que juré volver. Simplemente nos contó con la mayor humildad del mundo como escaló una montaña. Un alfiler de roca llena de nieve y peligros, sólo él y su amigo, los días de Navidad del año pasado.
"Estas como una puta cabra" - y el tipo te pone cara de... ¿Yo? ¿Por qué!? y pasados estos días lo entiendo. El estuvo feliz preparando su ascensión, su material, su viaje. Sabiendo que tenían una ventana climática de 50horas para hacer cima, sabiendo que podía salir mal y bajar antes de pisar el final. Sabiendo que podrían lastimarse o incluso morir. Te cuenta con una sonrisa como tuvo principio de congelación en los dedos de los pies, como no durmieron en 60horas, como el temporal y la noche les pilló aún arriba y tuvieron que bajar rapelando 2000metros sin comida e hipotermicos. Y se ríe... y te enseña con orgullo sus fotos. Y te dice que volvería a hacerlo, y sabes, por como te lo dice, que lo haría.
Es solo un ejemplo, porque hay muchos y mucho más brutales.
Una de las pequeñas saltamontes del HCVC, excelente interna de Odontología y una pequeña gran tía, se va a Guinea este verano como voluntaria para atender a niños huérfanos. Se va sabiendo que la dictadura amenaza a los extranjeros si toman imágenes o vídeos, sabiendo que pueden ser víctimas de un secuestro por las guerrillas y teniendo claro que volverá con lo puesto, porque dejará allí parte de sí misma. Y lo dice tan feliz...
Es sólo otro ejemplo.
Me siento mucho mejor cuando me doy cuenta de que no soy la única que coge el petate, las vacunas y se embarca hacia la nada. Es una dosis de realidad sobre la propia realidad que ya vas a vivir. Ninguno somos especiales. Todos hacemos (o haremos) algo y todos tenemos nombres, pero no somos menos valientes por que nuestro nombre no se conozca...
Algún día alguien dirá de mí "Pues yo conozco a una chica que se fue a Nepal un verano allí como voluntaria. Sí! Además era veterinaria. Y nada... dice que muy bien. Que fue toda una experiencia"
Sólo me quedan 40 días, y serán 40 días duros. Sólo haré esto una vez y la aventura ya ha empezado. "Disfrutaré de todos los días cuando esté allí"... Y aquí también, porque los prólogos de las novelas son tan necesarias como el relato en sí.
Namaste!
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