Hoy
temprano ya estábamos otra vez peinando las calles de Katmandú. Hemos revisado
los casos que vimos ayer: dar antibióticos, limpiar heridas… juntando casos de ayer y casos nuevos.
Para
manteneros informados, os diré que Mila, la cachorrita encontrada ayer, está
muy bien (tanto que ni siquiera me deja escribir el blog, pues está ahora mismo
sobre mis piernas), recién desparasitada interna y externamente.
Así ha
transcurrido parte de la mañana, hasta que nos hemos encontrado a una perrita
negra (a quien hemos bautizado como Biscuit) con una fractura en la pata
posterior derecha. Desgraciadamente, no tenemos los medios para tratar una cosa
así; por suerte para nosotros, no queda muy lejos el KAT Centre, donde nuestra
compañera Solène la va a tratar muy bien.
EN LA
CALLE (Lorena): en cuanto se han ido mis compañeras, hemos seguido el
recorrido. No ha sido nada fácil hacer las fichas de cada perro, vacunarlos y
microchiparlos… ¡todo a la vez! Y es que 15 son muchos perros… pero es un
orgullo absoluto haberlo logrado y poder contarlo.
También
he encontrado un nuevo caso: Aamir, un perro con un grave problema en (creemos)
la membrana nictitante. Sin embargo, poco se puede hacer por él de momento,
excepto esperar a ver si pueden hacerle un hueco en el KAT Centre, e intentar
que no tenga dolor. Pero eso tampoco es fácil, ya que son perros de la calle.
EN EL
KAT CENTRE (Laura y Bea): esperamos el taxi unos minutos y ¡let´s go!
Imaginaros la situación: la conducción salvaje por las calles de Katmandú donde
no hay reglas, música nepalí sonando a todo trapo, ese calor sofocante mezclado
con el polvo de la carretera y nosotras dos detrás con la perraza (sí, unos
25kg) sobre nuestras piernas y su fractura abierta rozando el pantalón
(doloroso, ¿eh?). Tras 40 minutos, llegamos (sí Kat centre está cerca, pero las
calles de aquí no dan para más…).
Tenemos varias opciones ante este caso: PTS, amputación o reducción de la
fractura y esperar a ver cómo evoluciona. Con el voto de confianza siempre por
delante y teniendo en cuenta que estos perros están hechos de otra masa, se
opta por reducir la fractura con un vendaje Robert Jones improvisado la férula con
cartones (cuando los materiales faltan, la imaginación fluye….). Ponemos el
tratamiento correspondiente y en varios días os contaremos como va… Corremos el
riesgo de cómo la fractura está abierta se produzca una septicemia… pero… ¡cruzamos
los dedos!
Al dia siguiente, madrugamos para quedar con Ram, el dog cacher por excelencia, que se encarga de coger los perros de la calle para proceder a su esterilización en el KAT. Pero ¡welcome to Nepal!, no aparece… así que la función tiene que continuar. Nos separamos: Paula (la coordinadora) se va a realizar tratamientos mientras que nosotras rastreamos otra parte de los valles de Ichangu en busca de más perros para vacunar y microchipar. Poco a poco empezamos a darnos cuenta del verdadero número de perros que hay en esta ciudad.
No
obstante, no todo es coser y cantar. Hay perros muy desconfiados y difíciles de
tratar, por lo que hay que confiar en nuestro dogcatcher e intentar pinchar
rápido. Pero esa adrenalina es sana (creemos).
Nos
sentimos completas cuando vemos que poco a poco los perros empiezan a
conocernos, que algunos casos van mejorando, y que la población agradece
nuestro trabajo. Hoy después de vacunar a un perrete, nos lo han agradecido
dándonos frutos de su huerto con una sonrisa en la cara…
Dentro
de los casos que más nos han sorprendido encontramos: perro de talla pequeña
con distención de metacarpos bilateral de las patas anteriores (¿posible rotura
por salto?); radius curvus (que desafortunadamente cuando el perro es adulto la
única solución posible es quirúrgica, así que good luck pequeño futuro
artrósico!); un perro donde difícil es encontrar una zona de piel sin sarna y
con estado de salud muy deteriorado (al que no hemos podido coger).
Y para los
amantes de la oftalmología hemos encontrado una antigua lesión ocular que ha
cicatrizado, una malformación congénita en este pequeño pastor alemán y por
último, Aamir (el perrete con conjuntivitis y posible problema en la membrana
nictitante), que por desgracia ha
empeorado respecto a ayer, y no tenemos medios para evitar que esto continúe en
esa dirección… Y como no podemos recurrir siempre al KAT Centre (porque ya
tienen demasiados perros allí), hay que centrarse en que hacemos lo máximo que
podemos, y confiar en que el animal consiga sobrepasar la enfermedad.
No os
podéis imaginar la sensación que es estar vacunando en un poblado muy humilde, y
que de repente aparezca unas cuantas vacas por en medio del camino… “Desinfectarnos” con agua y tomar un
maravilloso te Masala sentadas cara a cara con las abuelitas nepalís que sin
hablar, con sus ojos ya te dicen “Dhanyabad” (gracias).
No hay comentarios:
Publicar un comentario