Intentar
llevar al día el blog es igual de caótico que las calles de esta ciudad. Aun
así, intentamos sacar tiempo para resumir todo sin dejarnos nada, para
manteneros al tanto de todo lo que ocurre.
Hoy
hemos tenido un día muy completo; por la mañana hemos continuado por los
alrededores de nuestro amado Monkey Temple, revisando algún mordisco por aquí,
y alguna sarna por allá. De esta forma, nos hemos topado con una base militar
en la que hay bastantes perros. Preguntando, hemos descubierto que debe haber
unos 100 en todo el recinto. Para nuestra sorpresa, hemos podido entrar y
vacunar a algunos, aunque no todo ha sido fácil; a nuestro fiel dogcatcher se
le ha resistido nada más y nada menos que un cachorro. Pero ojo, que era un
cachorro muy asilvestrado.
Con la
promesa de volver mañana, nos dividimos en dos grupos para ir al KAT Centre.
Unos vamos con una perra para eutanasiar , y otros con un perro al que hay que
amputar un dedo.
Por
suerte, la amputación se lleva a cabo sin problemas, ya que se trata del
espolón (quinto dedo). Seguro que se recuperará enseguida. Respecto al otro
caso, se trataba de una perrita mayor, muy delgada y deshidratada, con diarrea,
una gran herida en la boca, y hasta una hernia inguinal de tamaño considerable,
donde se adivinaba contenido intestinal. No hemos podido hacer nada por ella,
más que darle descanso después de tanto tiempo con dolor.
El día
siguiente volvemos a la base militar, donde volvemos a sorprendernos por toda
la ayuda recibida. Desgraciadamente, el área es enorme, y es muy difícil
acercarse a las manadas de perros. Por ello, decidimos vacunar a los que suelen
andar entrando y saliendo, y continuamos nuestro camino.
Hoy
tenemos a un nuevo dogcatcher con nosotras, que nos acompañará sólo por un día.
Vacunamos una cantidad enorme de perros, pero nos damos cuenta de lo importante
que es tener al lado un dogcatcher que no solamente sea bueno en su trabajo,
sino también que sea alguien de confianza y al que conozcas. Pero esto también
nos dio la oportunidad de aprender a ser flexibles en nuestra forma de
trabajar… ¡y apreciar aún más a nuestros dogcatchers!
Por eso, como regalo especial, os enseñamos cómo trabajamos:
Tras un
breve descanso para comer unos momos y reponer fuerzas, continuamos vacunando y
viendo casos nuevos.
A la
vuelta, aunque sea tarde, quedan por hacer los tratamientos de casos conocidos.
Y chicos/as, no podríamos elegir el mejor momento del día porque son todos
increíbles, pero la revisión de casos como este (¡en tan solo una semana!) nos
hace sentir completas como profesionales y como personas.
Este es un ejemplo:
Esta es la misma perra después de una semana con ivermectina:
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