Día 28. Perros especiales

[Por respeto a los que no queráis ver las fotos, voy a colocarlas al final del blog, para que podías leerlo sin necesidad de verlas. Son solamente fotos de la evolución de los bichos, pero entiendo que son algo desagradables para ciertas personas...]

Estoy cansada de despedirme ya. Aunque hoy me hubiese encantado hacerlo. Esta mañana no he querido llorar porque tengo una reputación que dejar de destruir en KAT, pero creo que voy a inflarme ahora. Han soltado a Carmen y no he podido decir adiós... Solo llevo aquí un mes, pero es como si llevase años. Solo ha estado conmigo 3 semanas, pero era mi perra, igual que lo es Carlsberg, lo es Antonio, Lola, Momo... Me quedan 4 días para dejarme la piel y las fuerzas dándoles lo único que puedo darles muchas veces. Cariño. Porque aquí todo lo que sabes y todo lo que podrías hacer no puede hacerse la mayoría de las veces...

Han soltado a Carmen. Cuando llegó pensábamos que tenía una lesión medular, porque no podía moverse. Creo que simplemente era una mezcla de dolor y miedo. Aún así, cuando estábamos desbridandoles unas heridas monstruosas en las patas comenzó a chuparme la cara y a mi se me partió el alma. Posiblemente sea una de las perras más dulces que he podido tratar, paciente y encantadora. Tan agradecida contigo como no podía esperarse de un animal al que estás haciendo daño cada vez que te acercas, con los mil pinchazos, las curas, los vendajes... Pero cicatrizó. Las heridas se cerraron a la misma velocidad que su ánimo subía. Y comenzó a ladrar, a querer salir, a saltar encima mio cuando me veía por las mañanas. Lo único que me va a hacer dejar de llorar es pensar que de no ser por nosotros posiblemente hubiese muerto en la calle, sola. Ahora está sola, otra vez. Pero sana. Y no puedo remediar pensar en lo perfecto que sería tenerla en casa conmigo. Pero no podría tenerla solo a ella. No quiero irme de aquí sin despedirme de Calrsberg. Aunque él esta en una casa ahora, con una familia que le está intentando devolver las ganas de vivir. Hace dos semanas estábamos sacando gusanos de dentro de su pata. Un perro de 45kg que se desplomó como desmayado, de puro dolor, cuando quitábamos una larva detrás de otra... Ha tenido una paciencia infinita con nosotros y nuestras agujas, y aún te miraba con las cejas encorvadas como esperando que más podías hacerle...

Antonio ve perfectamente por su ojo pipa y ahora está con una familia... El primer día yo hubiese extirpado ese ojo con cuchara...

Mr Maggot ha intentado matarnos toda la semana. Yo también lo hubiera hecho. El lunes pasado cuando llegó queríamos amputarle la pata porque tenía los tendones expuestos y no tenía sensibilidad. Tenía como 10cm2 de superficie sin piel, con el hueso al aire, y no parábamos de sacar gusanos de allí. No dábamos un duro por aquella pata. Hoy apoya y salta sobre ella. Hace 7 días... Y hoy ya no nos odia, no tiene dolor y se ha convertido de un psicokiller en un viejo perro tuerto encantador que te chupa la cara mientras le apañas un vendaje con dos gasas guarras.

Ahora estamos con Deaf Jeff (fucking canadian... que clase de nombre es ese!). No queremos amputar esa oreja. Igual que no queríamos amputar a Carlsberg ni a Mr Maggot...

Siempre hay más que necesitan más de tí. Quedarse llorando por los que se han ido es lo más estúpido que puedes hacer, porque si han marchado es que tu trabajo ha sido excelente. Simplemente hay que seguir, sacar las fuerzas de donde sea y respirar cuando te sientas frustrado. Stumpy sería un perro enfermo aquí y en Madriz, pero quizás en Madriz no tendría que dejarnos por falta de medios tan básicos como un análisis...

Son perros especiales. Que soportan meses de heridas y enfermedad en la calle hasta que un día son capturados con un saco de arroz, llevados al centro y sometidos a interminables "torturas" por un grupo de tipejos en prácticas que insisten en llamarles de una manera que nunca habían oído y con voz gritona, como si eso fuese más tranquilizador... Y aún así, agitan el rabo cuando te ven pasar, te chupan la mano que va a pincharles y te miran como si les hubieses regalado días de vida.

Aferrarse no lleva a nada bueno. Extrañare a Carmen igual que lo haré con los demás, igual que me acordaré de Carlsberg, de Momo, de Tomus y de Rickxo... Pero ellos nos están regalando la posibilidad de crear esperanzas donde el primer día no las ves. Y por respeto a ellos, a los que no pudieron continuar, a los que siguen luchando y a los que nunca tendrán esa oportunidad de enseñarnos, se merecen que sigamos adelante, mejorando como veterinarios y como personas gracias a ellos...

Namaste

FOTOS

Antonio

Carlsberg

Carmen

Mr Maggot