jueves, 23 de agosto de 2012

Día 46. 3 días!

Solo quedan 3 días para estar en casa. Es triste notar que tu trabajo aquí se ha acabado y que no tienes más oportunidad de hacer todo lo que debieras...

Tengo noticias de los bichos. Por fin alguien tuvo la decencia de "poner a dormir" a Dreams... Esa perra lo llevaba pidiendo desde hacía una semana... Y doy gracias de que ya no tenga más dolor ni más temblores ni más gritos de desesperación tumbada sobre un saco de arroz bajo la lluvia y sin ningún tipo de mejora... A veces los "perros sherpas" también dicen "basta"...

Deaf Jeff está como un roble y parece que tiene una oreja ya... aunque hace tan solo 15 días era un trapo.

Al fin (y antes de una eutanasia que yo creía practicamente inevitable e inminente) están tratando a Stumpy. Prácticamente todos lo voluntarios coincidíamos que Stumpy tiene hipotiroidismo... Es de libro! De esos casos que no ves en la vida porque se detecta mucho antes de tener alopecia bilateral brutal, obesidad de la de no moverse, un prurito místico y una pioderma asociada muy curiosa. A Stumpy no se le trató antes porque no hay ningún medio a nuestro alcance para determinar el tipo de hipotiroidismo que es... Es tratar a ciegas... Había la opción de arriesgarse y cagarla o de no hace nada y cagarla también. Creo que se ha optado por el mal menor...

Pottery square
Hoy tengo que volver a despedirme. Va a ser triste, pero menos de lo que podría ser. No hay voluntarios ya, solo quedábamos las dos españolas. Todos mis amigos están en casa. Todos los perros por los que he sudado sangre durante semanas están donde deberían estar y, afortunadamente, puedo sentirme orgullosa del resultado para la mayoría de ellos.





Estoy haciendo la memoria de estancias sobre mi trabajo en Kat y creo que 30 páginas van a quedarse cortas... Pero aún así estos últimos días he tenido la sensación de que es tiempo de volver a casa... Por mí y por todos. Por mí, principalmente porque estoy cansada. Pero no cansada de un día, de dos... De 45 para ser más exactos. Parece que me van saliendo los excesos y los defectos por los poros ya... (son las 6 de la mañana y, como desde hace 45 días, ya estoy despierta irremediablemente). Los mordiscos, las picaduras, los golpes, las infecciones, las horas de trabajo y las pocas de sueño... Mis pies no volverán a ser los mismos después de 50 días pisando piedras y barro con unas chanclas mucrosas...

Mi barrio
Para mí ya es lo normal pasearme alrededor de la estupa más grande de Nepal mientras los ojos de Budha te miran desde todas partes, esquivando abuelitas tibetanas y monjes que rezan "On mane padme hum" golpeando los molinillos durante horas. Me he acostumbrado a montarme en un minibus y botar contra el techo en los baches de las carreteras sin asfaltar. Me va a resultar extraño no regatear cuando compro fruta o cualquier otra cosa! Va a ser mortal llegar al autobús y picar el botón de "Stop" en vez de golpear el chasis dos veces... Tengo la satisfacción de haber sentido que Kathmandú era mi hogar durante todo este tiempo. Un hogar de verdad, en el que te encuentras cómodo en todo lo que haces y en el que no siente que falte nada (siempre falta algo...). Va a resultar extraño volver a la cuadrícula occidental donde todo importa y no puedo decir eso de "Vistari, vistari" (calma, calma)...

Dos días para coger ese avión. No tengo la sensación de acabar unas vacaciones, tengo la sensación de acabar una etapa como si hubiese sido mucho más larga de lo que ha sido en realidad. Si no me creéis ahora podéis preguntar a mis padres, que serán mucho más objetivos que yo, por supuesto, y os dirán que aquí los días valen por 3 de los de allí... Por lo despacio que pasa el tiempo, por lo mucho que pasa en 24 horas y por todo lo que pueden tornarse las cosas en pocos minutos (del sol a la lluvia, del día a la noche más oscura, del placer a la más terrible incomodidad).

Bhaktapur
A pesar del tiempo me siguen efervesciendo las retinas con muchas de las cosas que veo. Y es por eso que se compensan todas las cosas "terribles" que hay día a día. Y no exagero, bueno, quizás terrible es demasiado, pero posiblemente esas pequeñas cosas me pasan en Madriz y marcarían el día. Si me llamáseis os lo contaría y sería "un día de mierda" porque "he tenido un viaje en autobús terrible con una señora pegada a mí durante todo el viaje";  "me ha llovido la de Dios y me he calado hasta los huesos"; "he metido el pie en cieno y he ido manchado de barro hasta las rodillas hasta casa"; "se me ha ido la luz y he estado a oscuras durante 3horas y por supuesto... sin internet!"; "me ha sentado fatal la comida y llevo todo el día vomitando"; "no había agua caliente y he tenido que ducharme con fría"; "unos puñeteros monjes tibetanos me han despertado a las 6 de la mañana con sus rezos" (bueno, esto a lo mejor en Madriz no pasa...)

Lo que os quiero decir que todo eso pasa aquí todos los días, combinado, en solitario o todo a la vez. Para alguien de aquí es su vida. Para un occidental es una putada. Pero pasado el trance de aceptar donde estás, e interiorizarlo, que no es fácil, te das cuenta de que si 3millones de personas puede vivir en estas condiciones, tú solo tienes que esforzarte un poco más (já!). Quejarse quita mucho tiempo, pensar que podías estar mejor también. Estás aquí, punto. Por suerte o por desgracia (casi lo primero, verdad?!) esto es temporal y volverás a tu colchón Flex de viscolatex, con tu agua caliente y tu EMT y Metro de Madriz que te llevan al cielo rápida y confortablemente (por 1,5... eso sí... aquí pago 15ctos de €). Espero no olvidarme de todo esto y sacar la ventaja evolutiva de no quejarme nunca más por estupideces como estas. Porque son estupideces... El umbral de confort tiene que adaptarse al medio, es una herramienta evolutiva. Espero que eso sea uno de los "souvenirs personales" que me llevo...

Coletazo cultural: ayer estuvimos en Bhaktapur... Nos calló la de Dios (no se porqué lo digo si es de suponer), pero es una miniciudad muy genial en la que por lo menos ves que tus 1100 rupees de entrada sirven para mantenerlo limpia... Y las fotazas que puedes hacer son impresionantes... No dejéis de visitarla si en algún momento pasáis por aquí!

Y a las 6.34 de la mañana, amiguitos, me voy a ir a dar vueltas a la estupa de Boudha. Hoy me voy a despedir de Kat pero decidí conmigo misma hace unas semanas que me despediría de estos perros, pero no de los perros callejeros... A lo mejor no es un camino limpio ni fácil, pero creo que es el mío...

Namaste!

No hay comentarios:

Publicar un comentario