miércoles, 18 de julio de 2012

Dia 8

A pesar de la enfermedad (estaba esperándola, de hecho, pero ya está bien! llevo 3 días "reciclando" comida, ya me da pereza comer sabiendo que voy a vomitar! la comida de hoy? yogur nepalí, grumazos mil, pero por lo menos se que está pasteurizado, o eso dice el embase!), del cansancio y de que estoy a oscuras con una lámpara de dinamo alumbrándome... os haré la crónica del día!

Ayer conseguí cambiarme de guest house y doy gracias. Esto es casi como estar invitado en la casa de un paisano de aquí, que te hace café por las mañanas, te ve trabajar en el ordenador en la terraza sentado en los cojines y te pregunta que haces, de donde eres... no se, es como sentirte en una casa en la que alguien te echará de menos si no vuelves un día o que realmente quieren saber como te llamas (genialidad: acabo de matar un bicho que circulaba libremente por la pantalla del PC... entre eso y que he comprado una bolsa de pan, la he abierto he quitado una polilla muerta de dentro y he seguido comiendo...) Y ya es otra cosa cuando pones las fotos en la pared... =) Ya es TU habitación.

Carmen
Hoy ha sido un día poco productivo realmente, porque estamos pocos y todos malos. Pero el deber es el deber y con fiebre, vómitos, dolores y toses ahí hemos estado por la mañana para comprobar con una sonrisa GIGANTE que Carmen se levanta y da pasos muy confiada. Es increíble como se le están cerrando las heridas y como echa a andar ella sola, cuando hace 48h se enroscó en su saco de arroz y dejó que los analgésicos la permitiesen descansar... Y sabéis que es todavía mas mejor?! Que me oye la voz y mueve el rabo como si fuésemos conocidas de siempre. Y me lame y se apoya en las rodillas y se queda dormida. Y a mi me falta muy poco para echarme a llorar. Y por eso nos levantamos por las mañanas aunque estemos jodidamente rotos.

La vista desde nuestra azotea!
Así que hoy ha sido día de recoger el cuarto y hacerlo mio... De barrer el suelo con papel higiénico y lavar ropa en lavabo. De subirme 3horas a la azotea a escuchar a la gente hablar, la radio de alguna casa, los pájaros esos horribles, negros como cuervos que se posan en las antenas y te miran muy curiosos. Y mientras van bajando las nubes del monzón y tapan las montañas y Kathmandú se oscurece...

He vuelto andando en vez de coger el bus hoy... Iba sorteando motos, saltando esquivando charcos y pensando que todavía me resulta imposible de creer que estuviese caminando sola por Kathmandú, como una más, sin que los demás se sorprendan de mí ni yo de ellos. Es muy muy gratificante. Como si ya no hubiera nada de que asustarse pero sí mucho de que sorprenderse (eso ha sido esta mañana cuando una culebra ha cruzado la pared de mi cuarto y ha salido al balcón).

No me cansaré de decir que esto es otro mundo. En el que da tiempo a todo porque el tiempo es algo que pasa, no contra lo que se lucha. Pasarte las horas en la azotea de una casucha en las afueras del Thamel  con dos personas que acabas de conocer hace 8 días y con las que ahora mismo cuentas para todo. Confiar (reeducarte a confiar otra vez) en la gente, en cosas tan sencillas como dejar los zapatos fuera de la puerta del cuarto y saber que mañana estarán allí... Son cosas pequeñas, pero tienen un valor enorme. Que cada vez que te cruces con alguien te sonrían.

No me importa estar a oscuras con una linterna a dinamo a las 20.20h de la noche... porque no es "joder, que mierda" simplemente pasa y dentro de 8horas saldrá el sol... Son cosas muy sencillas.

Y bueno! Mañana estaremos otra vez ahí, como tiene que ser.


Curando a Tara


Namaste! Buenas noches!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario