domingo, 29 de julio de 2012

Patan (día 17)


El fin de semana empezó con una incursión a Budhanilkantha, una región a escasos 2km de KAT Centre. El templo dedicado a Vishnu es impresionante, sobre el agua, una estatua de 5metros se despliega en un lecho de serpientes... Pero no ser hindú tiene la desventaja de que no puedes pasar... y verlo por la verja pierde emoción ¬¬' Pero lo que fue genial fue caminar en las calles de un pueblo donde no llegan turistas, y donde la gente no habla ni una pizca de inglés. Así que se utiliza la técnica del dedo para pedir un Masala tea por 15NPR o una docena de llamemosles "pestiños" a base de cebolla frita en una pota que no se ha lavado desde nunca por 40NRP.

Budhanilkantha
Después de una fiesta muy bizarra en la que acabamos pasando del Reggae Bar al Fire Club bailando entre nepalís desfasados y dando palmas flamencas a un canadiense que bailaba Panamericano descalzo (todo lamentablemente verídico) uno deja a un lado a su amigo hangover, se pasa por la farmacia a comprarse un expectorante y le dan un bote con una especie de pócima verde fosforito que no da mucha confianza, y que según la prescripción del señor farmacéutico es "2 o 3 veces al día, un trago cada vez"... En fin, asturiana y gaditana esperando a la canadiense cuando un paraguayo se pone a hablar con nosotras, es algo maravilloso eso de oír español, girar la cabeza y encontrar un amigo para el resto de tu vida.

Vista de la Durbar Square de Patan desde el museo de la ciudad
Bueno, pero a lo que íbamos, un buen turista hace algo los domingos, y hoy nos hemos ido a la ciudad de Patan, la segunda en población y tamaño de Nepal, con 200.000 habitantes. Puede llegarse mediante un bus de línea normal desde Ratna Park (20NPR) sentido Patan. Y cuando llegas a la última parada... bueno, preguntad! porque en realidad no tiene pérdida pero tienes que preguntar siempre 3 veces en Nepal: la primera te dirán derecha, la segunda izquierda y con la tercera desempatas y esperas que sea la de verdad (truco! preguntad a los chavales que lleven uniforme escolar! que si saben hablar un inglés bastante potable!!!)

La entrada a la Durbar Square de Patan son 500NPR y 250NPR para entrar al museo de la ciudad, que merece la pena. Nosotras, como buenas españolas, hemos intentando la tangente porque, como todas las Durbar Square no está vallada ni similar, pero nos hemos tenido que hacer las suecas y volver a pagar porque un señor con una vara a venido a decirnos amablemente que teníamos que comprar la entrada...

Merece la pena siempre y cuando llevéis tiempo para perderos por las callecitas que hay alrededor y una guía curiosa para ir diferenciando los templos, porque si no, amijos mios, vista una Durbar Square, te parece que las has visto todas. El museo es muy muy curioso, con muchas estatuillas y figuras ceremoniales tanto hinduistas como budistas. Ahora, o llevas una persona que te lo vaya explicando, a ser posible nepalí e hindú, como ha sido Bin para nosotros, o te pierdes en un panteón de dioses vengativos, creadores, destructores e iluminados. Pero joder, preciosa la arquitectura del edificio, todo de estilo newari como el resto de la plaza, y muy precioso jardin interior.

Si queréis reponer fuerzas con algo mecacalóricocarcinógeno, el bar del museo tiene una mouse de chocolate proorgiasmática según mi amiga canadiense, por 195NPR (con tasas). El tamaño, como toda la comida de este país, te da para compartir entre varios!

Para comer os diré que en el último edificio newari de dentro de la Durbar Square hay unas escaleritas bastante penosas que dan a un restaurate en una azotea con vistas a todo el conjunto. No tienen menú, te van trayendo platos según los preparan: (no me acuerdo de absolutamente ninguno de los nombres que me ha dicho Bin, pero todo estaba muy rico! jaja) "tortilla francesas" que se come con una especie de sopa por encima, carne estofada con salsa de chilli servida fría, patatas a la brasa con salsa picante y especias... Vamos, hemos comido a gusto por 77NPR/cabeza... ahí lo dejo!

Gold Temple
Si seguís andando hacia delante por la plaza llegareis a los barrios donde hay un par de templos. El más cuco es el "Gold temple" (curradísimo el nombre, teniendo en cuenta que es de oro), que cuesta 50NPR. Lo pagas con ilusión y cuando entras no decepciona porque es bastante espectacular un templo de 4 alturas con un recubrimiento de oro; pero que no os engañen, el monasterio de la parte superior está cerrado siempre para los monjes, así que no os decepcionéis luego! Y cuidado por donde pisáis, hay una tortuga suelta... (What the fuck!!??)

Hay bastantes tienditas de recuerdos según se sale de la plaza, pero como siempre, comprar souvenirs a la puerta de los monumentos es confirmarle al nepalí que ser blanco de piel es signo de inferioridad.

Si tenéis tiempo, el camino del bus a la Durbar Square es una auténtica aproximación a la vida de "pueblo" de Patan. Mucho más limpia que Kathmandú, con mucha menos gente y menos dedicado a venderle al turista hasta el aire. Perderos un poco por las calles, porque hay muchos sitios muy curiosos.

Y esto, amigos míos, ha sido el Un País en la mochila de hoy, hahaha.

Esta servidora se va a la cama. Después de un fin de semana agotador, que aunque si, nos lo hemos pasado como nunca (uno nunca sabe lo que puede reírse intentandole explicar a un canadiense la diferencia entre "De puta madre" y "Qué puta mierda" y por qué "Me cago en tu puta madre" es una injuria en castellano...) mañana las heridas, gusaneras, tratamientos y bichos en general no perdonan. Así que, amiguitos, buenas noches! 



Namaste!

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