domingo, 8 de julio de 2012

¡Me voy!

Llevo dos días haciendo la maleta, con al inestimable ayuda de mis pobres padres que se pelean con el petate hasta hacerlo cerrar sin que estalle (dormiremos con miedo de oír un BOOOM! y que todas mis cosas estén repartidas por el salón!)

Tengo todo. O casi todo. Ayer pensé de verdad que me faltaba valor para subirme a ese avión. No se si llamarlo miedo, pero desde luego era una sensación de desamparo que no me gustaba nada tener en el estómago. No creo que fuese miedo, pero te deja un sabor amargo despedirte de tanta gente en tan poco tiempo.
En mi vida había recibido tantos abrazos. Tantos abrazos y tan fuertes. Como si abrazándome quisieseis anclarme aquí. He disfrutado de todos y cada uno de esos abrazos y de todas las cosas que me habéis dicho. Y quizás lo que más me ha llenado ha sido que me digáis que estáis orgullosos de mí por irme y hacer lo que voy a hacer. Incluso no por ir a lo que voy, si no por pelear hasta que he conseguido hacer lo que quería, sea lo que sea.

Ha sido una semana dura y larga, muy diferente en todos sus días. He pasado de estudiar 26horas en 2 días a salir de mi último examen y entrar en ese vórtice de euforia y cansancio que caracteriza siempre al último día. Del agobio de comprar y comprar cosas que espero no tener que usar a la tranquilidad de tirarme en la cama a pensar en la nada sin conseguirlo. Graduarme orgullosamente junto a mis compañeros, disfrutar de una noche (la última noche!) de fiesta juntos. Despedirme. Este ha sido un año de despedidas, una y otra vez... Despedidas con sabor agridulce porque sé que nunca va a ser la última vez que os vea...

Mañana me levantaré, me iré a tomar un café al Ipanema de siempre y me montaré en ese avión con mis 30kg de equipaje, mi cámara, mis pijamas de quirófano y mi nivel de inglés chapurrero B1. Son 14h de viaje, llegaré el martes cuando todos esteis durmiendo.

Prometo actualizar cuando tenga Internet, colgar fotazas y, si mi reducido conocimiento en informática y electrónica me lo permite, vídeos. En realidad ya estaré aquí cuando os queráis dar cuenta...

Pero esto no es una despedida, en realidad este blog fue creado para empezar a funcionar a partir de aquí! Este es el punto de partida de mi viaje, de una pequeña aventura de la que la mejor parte está por venir, y de la que tengo muchas ganas de contaros en persona...

No me cansaré de daros las gracias mil y una vez por todos los medicamentos que me habéis conseguido, que ya están en esa bolsa con temporizador que yo llamo "maleta", a punto de explotar. Gracias por todo a todos, por aguantar mis interminables conversaciones de abuelo cebolleta, por regalarme cosas que "así te lo llevas a Nepal". Gracias por estar orgullosos y felices por mí. Gracias por animarme a hacerlo pero por decirme 30sg después que tenga cuidado. Gracias por hacerme sentir que aún a 8000km tengo gente que está esperando que vuelva para volverme a abrazar.

Ayer mismo fui al centro y me senté en Fuencarral a ver la gente pasar como una imbécil. Y dije "Esto no lo va a haber en Córdoba ni en Nepal" y alguien sorprendentemente sabio a pesar de sus melenas me dijo "Pero habrá otras cosas nuevas"...

Cuidaros mucho. Ya me cuido yo allí.

Escribiré, y espero que pronto.

NAMASTE!!!

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